sábado, 12 de julio de 2014

El Ser Nacional. Uno infla y el otro pincha.

“El Ser Nacional. Uno infla y el otro pincha”. Serie de mi huella digital. Medidas: 20 cm x 30 cm. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.

lunes, 7 de julio de 2014

Las piedras de Durero.

“Las piedras de Durero. La Melancolía”. El ojo de Durero y la Tetractus en la piedra filosofal. Madera, cartón, cintas adhesivas, gesso, yeso, lacre, pintura al óleo, betún de Judea, etc. Altura de la piedra más alta: Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.

domingo, 6 de julio de 2014

Dragón llevando al melancólico por la vía húmeda.

“Dragón llevando al melancólico por la vía húmeda”. Dibujo a lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya. La Melancolía. Curiosidades biográficas de Alberto Durero. 500 AÑOS DE MELANCOLÍA 1514 -2014 El hecho, perfectamente documentado, de que Durero rechazó a los más grandes mecenas de su tiempo que lo invitaron a ser Pintor de Corte, tuvo como contraparte la libertad de entregarse a sus estudios, pero la necesidad de sostener el nivel de vida al cual estaba acostumbrada su esposa. Si bien a Durero se le encargaron trabajos, la necesidad de una pensión básica era la base de sus otros ingresos. Por eso siguió al Emperador para conseguir que se la renovaran y dejó un diario muy preciso. A la ida, antes de la renovación, se cuidaba con los gastos y a la vuelta se muestra muy gastador. A la ida, cambiaba un retrato por una cena en casa noble y unos guantes de regalo, cambiaba dibujos y grabados a los posaderos. A veces retrataba y a los modelos no les convencía el resultado para un trueque, tal vez era demasiado realista. Se quejaba que hubo seis que no le dieron nada, no captaba el parecido o lo captaba demasiado bien, no lo sabremos nunca porque los modelos se arrugaron infinitamente. Al Emperador le gustaba el trazo de Alberto Durero y le encargó grabados para hacer conocer su imagen en sus vastos dominios, como aquí hicieron con la figura de Belgrano, ealizada en grabado por encargo del Cabildo, para reemplazar a Fernando VII en todas las Salas de Gobierno de las provincias. El grabado ya se estaba usando en Italia y en toda Europa como medio publicitario y de difusión, ya sea para difundir los valores de la religión o los de las ideologías dominantes, monárquicas o imperiales o burguesas, también se aplicaba a los géneros populares, había grabados cómicos, naipes, grabados científicos o ilustraciones literarias. Incluso la primera escuela de bellas artes abierta para aficionados por Baldinelli, usó un grabado en madera donde cuatro alumnos dibujan y modelan bajo la mirada del profesor Baccio Bandinelli en 1550, el vanidoso la llamaba: “mi Academia” y a él copió Vasari para crear la Academia en Florencia bajo el patronato de Cosme de Medicis. Existe también un buril que representa esta primera escuela taller llamada Academia, que es la institución semilla de la moderna enseñanza artística. El grabado era un medio, ya sea en madera o en metal muy idóneo para dar a conocer las obras de los maestros, en esa época en que se viajaba poco. Los grabados mostraban obras modélicas, famosas e influyentes, también servían para mostrar el “modo” de representar los asuntos religiosos o históricos. Marcantonio Raimondi abrió un taller de grabado y copiaba las obras de los maestros famosos, estas imágenes eran muy requeridas en Europa. Le copió a Durero la “Vida de la Virgen” y éste se presentó ante las autoridades de Venecia, quienes luego de un juicio prohibieron al grabador copiar sin permiso y lo condenaron a realizar el monograma de Durero, que se analizará más adelante. Marcantonio arregló con Rafael y le pasaba a grabado en madera sus dibujos, estableciendo una pequeña fábrica, con proletarios y todo, dado que el grabado en madera lo realizaban talladores a jornal. Los tirajes eran eternos hasta que resistieran las maderas; como en oriente, donde se usaba el cerezo porque era el que mejor soportaba el agua, al usar ellos tintas al agua y no tintas al aceite como nosotros. La atracción que ejercía Nüremberg para Durero era tan grande como para rechazar al Príncipe, se llamare como fuera. Nüremberg con su madre adentro, con su dominante y noble esposa de notable familia también adentro, para Durero fue mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Al no tener los encargos pictóricos efecto dominó que provocaba la Corte, el grabado como novedosa técnica de difusión les pareció una buena sustitución, su suegro fue entre otras cosas editor, el taller paterno de orfebrería formó a Durero desde niño en los oficios y por todo esto le fue fácil organizar en la casa de su odiada esposa, un taller múltiple propósito. Se rodeó de buenos talladores, aunque extremistas religiosos, y con criterios empresarios editó libros e intentó la multiplicación de la obra de arte a menor precio. Loable empresa que seguimos intentando después de 500 años de sucesivos fracasos. No se numeraban los tirajes y el monograma de Durero con la A conteniendo a la D, se incorporaba en la composición, como en las pinturas, incluso en perspectiva para no romper la ilusión espacial. Además del libro del matrimonio Wittkower recomiendo el libro Goya, Saturno y la Melancolía del nórdico Folke Nordström.